Un camino, una oportunidad para reencontrarnos con nosotros mismos.
A continuación, os presentamos la síntesis de la convivencia nacional de JUVAM’18 en Burlada – Pamplona, en la cual hemos participado más de 50 jóvenes de España, Polonia e Italia el pasado fin de semana del 19 al 21 de octubre.

Grupo #conviJUVAM2018
“Estoy dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea. Tú llámame a servir”
Aventurarse a nueva experiencia, en este caso, un nuevo encuentro Juvam, siempre exige fuerza de voluntad, dejar de lado otras prioridades, la pereza, la comodidad de nuestra zona de confort. Pero, también, regala amistad, encuentro con los demás, Fe, discernimiento y la alegría del Evangelio.
Así pues, entre juegos y la oración de la noche comenzó este encuentro. Tomamos conciencia de todo aquello que nos había impedido decir sí a estar ahí y que, desde ese momento, lo dejamos ante la cruz, para poder vivir el encuentro con plenitud y entrega.
“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?”
El sábado por la mañana, después de cargar fuerzas con el desayuno, tuvimos la oración para el envío como peregrinos. De igual forma que Luis Amigó, como peregrino de la Fe, nosotros acompañamos ese deseo más profundo de reorientar nuestras vidas, atentos a las necesidades de los que nos rodean. Por ello, oramos para que el tramo del Camino de Santiago que íbamos a emprender fuese una oportunidad de dejar huella, nuestra huella, con los ojos, los oídos y el corazón, para dejarnos transformar por Él.

Peregrinos de Luis Amigó
En pequeños grupos de dos o tres personas iniciamos el camino. Cada uno con su experiencia personal, sus interrogantes, sus deseos, sus problemas. Sin las prisas de nuestra vida cotidiana, con la actitud de confianza y calma para dejarnos moldear por Él. En el camino nos esperaba Luis Amigó, con su ejemplo de vida; la magia del Camino de Santiago, con sus paradas en lugares eternos y únicos; el paisaje, la oración, el silencio, la Virgen María y nuestro YO más interno.
“La palabra feliz o bienaventurado pasa a ser sinónimo de SANTO, porque expresa que la persona es fiel a Dios y vive su Palabra, alcanza, en la entrega de sí, la verdadera dicha” GE 64.
Iniciamos la tarde con una ponencia reflexiva por parte de fr. Jorge. Tratamos los cinco capítulos de la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco, cuyo objetivo era plantearnos nuestra elección personal a Cristo y nuestra vivencia cristiana como llamados a ser santos. Podríamos retomarla con las siguientes reflexiones:
- ¿Cuáles son los ruidos de la sociedad que me impiden escuchar a Dios?
- ¿Qué decisiones cambiaría si viviera eligiendo a Dios?
- ¿Cuáles son mis limitaciones personales? ¿Actúo para sentirme seguro conmigo mismo o para madurar en la libertad de amar?
- ¿Es mi YO demasiado grande como para vivir según las Bienaventuranzas?
- ¿Cuál es mi vocación? ¿Me pregunto qué quiere Dios de mí?
Continuamos la tarde con diferentes testimonios que nos contaban cómo hacían para elegir a Cristo en su día a día, en su cotidianidad, desde sus profesiones, desde su familia, desde su labor humanitaria. Estuvieron con nosotros: Bea, profesora y educadora en Zagales, ex-Juvam; Edu, actual director en un colegio amigoniano, ex–Juvam; Gosia, novicia con las Hnas. Capuchinas y Teresa, profesora de un colegio amigoniano y madre de familia. También pudimos contar con los testimonios de las hermanas en Tanzania y Filipinas.
Todos los testimonios fueron muy enriquecedores, ya que daban continuidad a lo reflexionado en el camino, en la charla y, además, eran un ejemplo real y cotidiano.

Testimonios: vivir la santidad
“Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten tus ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría, simplemente, por no saber de ti”
Marta Alcacer López
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