Canción ganadora del primer premio en el festival de la canción amigoniana «125 años viviendo compasión»
No puedes evitarlo,
se encuentra a tu lado
y pinta de color tu gris.
Te llama en el desierto,
te pide dar el salto
mientras camina junto a ti.
Ofrece tu pobreza,
regala tu inocencia
a un joven que te pide amor.
El padre Luis te inspira,
de su mano te lleva,
invita a dar el corazón.
Y con pasión,
deja de lado la inseguridad,
mira a tu hermano
para amarle más.
Porque en su rebaño
siempre hay un lugar
para la compasión,
para regalarnos sin mirar a quién;
y en nuestro pecado
siempre encontrar su mano tendida para regresar…
a sus brazos.
Estuviste perdido para regresar…
Recuerda: no estás solo,
pues somos unos cuantos
que en el camino encontrarás.
Ovejas descarriadas
seamos luz del mundo,
aventurémonos a amar.
Rompiendo las cadenas
del odio y el egoísmo.
Demos al preso libertad.
Aquel que está sufriendo,
aquel que está llorando
es vida, amor, luz y verdad.
Y con pasión…