Canción ganadora del segundo premio en el festival de la canción amigoniana «125 años viviendo compasión»
Por la obra amigoniana,
que fundó Luis Amigó;
por su carisma inspirado
en trabajo y en misión.
Por los muchos hermanos,
que a las ovejas perdidas
han consagrado sus vidas,
imitando al Buen Pastor.
Zagales fuisteis nombrados
y del rebaño encargados.
Y a la oveja descarriada
debéis buscar con amor.
¡No os arredren los zarzales,
ni precipicios ni males,
porque del aprisco el dueño
ha puesto en ello su empeño:
vais en nombre del Señor!
¡Alabado seas, mi Señor!
¡Alabado seas, mi Señor!
Por haberme llamado,
por mostrarme el camino,
por haberme enseñado
misericordia y amor.
¡Alabado seas, mi Señor!…