Aunque queden dos años, ya avanzan los preparativos de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Cracovia (Polonia), del 25 de julio al 1 de agosto de 2016. Eso sí, recuerda que unos días antes celebraremos nuestro tercer encuentro internacional de jóvenes amigonianos, es decir, nuestra JMJ Amigoniana.
Pues bien, la JMJ de Cracovia ya tiene lema, logotipo y oración. El lema, elegido por el papa Francisco, es: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5, 7).
El logotipo, según la explicación facilitada por la organización, “se compone de los límites geográficos de Polonia, dentro de los cuales se encuentra la Cruz, símbolo de Cristo, que es el alma de la JMJ. El círculo amarillo marca la ubicación de Cracovia en el mapa de Polonia y es también símbolo de los jóvenes. Desde la cruz nace la llama de la Divina Misericordia, cuyos colores recuerdan la imagen de Jesús, en Ti confío. Los colores utilizados en el logotipo – azul, rojo y amarillo – son los colores oficiales que recuerdan la ciudad de Cracovia y su escudo”.
Y la oración oficial de la próxima JMJ, con la que se pide al Señor por la humanidad y los jóvenes y por la gracia de un alma misericordiosa, es la siguiente:
Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.
Te encomendamos en modo particular a los jóvenes de toda lengua, pueblo y nación. Guíales y protégeles en los complejos caminos de hoy y dales la gracia de poder cosechar abundantes frutos de la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia.
Padre celestial, haznos testigos de tu misericordia. Enséñanos a llevar la fe a los que dudan, la esperanza a los desanimados, el amor a los indiferentes, el perdón a quien ha obrado el mal y la alegría a los infelices.
Haz que la chispa del amor misericordioso que has encendido dentro de nosotros se convierta en un fuego que transforma los corazones y renueva la faz de la tierra. María, Madre de Misericordia, ruega por nosotros. San Juan Pablo II, ruega por nosotros.